Vida Latina

Como muchos jóvenes Bahá'ís, yo hice un año de servicio. En esto, los jóvenes generalmente van al estero para vivir y servir a la comunidad Bahá'í local por un período de entre 6 meses y un año.
Cuando estaba en el proceso de decidir a cuál país iría para este período, estaba considerando varias opciones. Uno fue México, porque era un país que conocía y que había visitado tres veces ya. Otro fue El Salvador, porque cuando trabajaba en un cine en San Rafael, California, por dos años después de graduarme del colegio, había muchos empleados de origen salvadoreño, y siempre me decían de lo bello que era su país y lo hospitable que era su gente.
Sin embargo, mi focus pronto se cambió a Sudamérica, porque en ésa época ya estaba ingresando en el campo de derechos indígenas, y me atrajeron la atención los países de Perú y Bolivia, a causa de su gran proporción de gente indígena. Decidí mandar peticiones a Perú, Bolivia, y Chile en el otoño de 2005. No recibí una respuesta de Chile, y fue la AEN (Asamblea Espiritual Nacional) de Bolivia que me contactó primero. Nos pusimos de acuerdo de que iría a La Paz por un año y ayudaría en la Sede Nacional de la comunidad Bahá'í, llevando a cabo trabajos de estadística acerca de la población de los creyentes. La AEN de Perú también respondió, pero ya había aceptado la invitación a Bolivia - nonobstante, algún día me gustaría realizar servicios allí también.
Llegué a La Paz el 6 de julio de 2006, y regresé al EEUU el mismo día de 2007. Durante el año que pasó entre esas fechas, aprendí un montón de la cultura y la historia de un rincón de América Latina, y, más importante, me maduré mucho. Tuve muchas experiencias fascinantes, algunas fantásticas y algunas dolorosas, pero todas fueron oportunidades para crecer, mejorarme, y entender mejor cómo viven y sobreviven las personas en las circunstancias en las cuales se encuentran en la vida. También conocí a unas de las personas más amables y lindas que he encontrado, y, através de cooperación y a veces conflictos, llegué a un punto de entendimiento y respeto mútuos con ellos, tal que los considero como verdaderos hermanos Bahá'ís (y no-Bahá'ís, ¿futuros Bahá'ís? también).
Ya llevo 9 meses de regreso al EEUU, pero Bolivia ya me está llamando de nuevo, y las ganas de regresar están surgiendo. Pienso en ir allí durante el otoño de 2009, tal vez por 2 ó 3 meses, no sólo para econtrarme de nuevo con todos los amigos y hermanos que he dejado, sino también para llegar a conocer mejor al país, especialmente las comunidades rurales del Altiplano, y la cultura Aymara, de la cual me enamoré muy rápidamente. También voy a ir para empezar a coleccionar datos que necesitaré para mi doctorado, sobre la interacción e influencia lingüísticas entre las culturas Andinas. De todas maneras, sé que regresaré a Bolivia, porque, después de mis lindas experiencias allí, me siento que es mi segundo hogar, y que para mí, la gente allí es verdaderamente familia.